sábado, 22 de agosto de 2015

EL PRINCIPIO






Siguen cayéndo las ramas de árboles centenarios o jóvenes, matando gente que pasea por debajo, e incluso han comenzado a caer árboles enteros de repente, sin ninguna explicación a este fenómeno tan inquietante.

Nadie sabe la razón, sin motivo aparente se derrumban como si de un infarto se tratara, pero los arboles no tienen corazón, o si?.

Enormes pinos caen sin cesar aquí, allá, y el estruendo es continuo, sobrecoge, que está pasando se preguntan las gentes que presencian estos hechos tremendos de una Naturaleza que se destruye a si misma.

Es el preludio de lo que está por venir?. Será que nuestro mundo acabará así, primero caen los árboles, unos pocos aquí otros allá y cada día que pasa se extiende la pandemia que consume el entorno arbóreo.

En las ciudades y pueblos los alcaldes no saben que hacer, tratan de tranquilizar a sus vecinos diciendo que han revisado los caídos y están aparentemente sanos, lo que resulta todavía mucho mas inquietante.
Sanos? pregunta todo el mundo, como van a estar sanos si se caen fulminados al suelo y matan a todo el que pillan debajo.
Ovejas, vacas, personas, gallinas, todo es aplastado bajo su peso.
Ya nadie puede evitar mirar hacia arriba cuando está debajo de los árboles, caerán encima de mi?, nos preguntamos todos.

No suelo salir de casa con frecuencia y los dos árboles que tenía frente al mirador los talaron hace dos años, me causo pena ver como los serraban y dejaban el tocón en tierra.
Hoy casi me alegro de no verlos, temería que cayeran contra los cristales y produjeran un estropicio.
Mejor así, esperar, no salir, alguna explicación habrá me digo a mi mismo.

La esperamos en vano pues no la tienen y no pueden darla, y el fenómeno de los árboles que caen se va extendiendo fuera de las ciudades, se propaga al campo, a otros paises y el terror ante semejante tragedia global e inexplicable comienza a cundir por todas las regiones del planeta.
Esta masacre arborea nos estará avisando una catástrofe cercana en la que la tierra protesta por la intrusión humana antinatural?. 
El hacinamiento en las ciudades, la aniquilación de millones de plantas por el asfalto inhumano y antinatural de autopistas, carreteras y masivas poblaciones con calles que ya no respetan la tierra ni a los animales, e incluso se elimina el césped natural sustituyéndolo por una masa informe verde que imita lo inimitable de la naturaleza.
Alarma generalizada es lo que se está produciendo ante la falta de una explicación razonable.

No es natural, será una enfermedad que ataca a toda la floresta del planeta y está diezmando la masa forestal?, es la pregunta que se hace en los medios, tertulias, e incluso en las familias. 

Como pueden caer árboles centenarios dejando sus raíces al descubierto, la tierra levantada y el pavor de todo aquel que lo ve o lo escucha por los grandes estruendos del derrumbe inexplicable para las gentes del campo y la ciudad.

Que se anuncia con estos hechos?.

Tratan de tranquilizarnos diciendo que parará, que es transitorio, no se tiene constancia de un hecho semejante y ante la falta de criterio o pruebas científicas que avalen la teoría de una enfermedad arbórea la gente especula, los medios especulan, y el terror se extiende como una gran mancha de aceite que va anegando la tierra según van cayendo gigantes centenarios que nada les había afectado antes.

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Hay quien anuncia el fin del mundo y proclama que nos preparemos para el desastre total, la extinción de vida en la Tierra.
Inventan frases inexistentes de las escrituras, y nos van saliendo profetas en cualquier sitio.

"Vendrán males que asolarán la tierra" y 
el Armagedón anunciado en la Biblia es lo que nos viene a todas las mentes.

Constantemente se escuchan teorías o amenazas de como va a evolucionar esta catástrofe natural. Nos piden que imaginemos a los arboles cayendo porque ya no encuentran el ambiente adecuado para su desarrollo. Caerán sin parar, primero en una zona del mundo, como ya sucede, luego en todos los otros lugares, no hay región o país que se libre y finalmente no quedará un solo árbol en el todo el globo terráqueo.
La vida de los seres que necesitan esos árboles se irá extinguiendo con ellos.

Nosotros mismos necesitamos los árboles para purificar la atmósfera, para respirar, y se preguntan los expertos de turno: ¿cuanto duraría el oxigeno necesario para millones de seres que habitan este planeta?. 

Imposible de concebir una vida para los pájaros, ardillas, seres humanos y toda clase de animales que necesitan la masa forestal para sobrevivir, para respirar, para cubrirse de los implacables rayos del sol, para que llueva, para que las aguas se vayan regenerando.

Quién quedaría en el mundo? Difícil imaginarlo.
Sin lluvias, sin plantas, sin animales, cuanto tiempo tendría que pasar para que la desolación absoluta y total se adueñara de toda la tierra.

Poco en realidad, muy poco, y los que fueran sobreviviendo devorarían a los suyos propios al no tener que comer.
Los pantanos se irían secando, los ríos dejarían de fluir, y la sed ardiente se haría implacable.
Finalmente la muerte para casi todos los seres vivos que dependen de la floresta, la lluvia, el agua, y el oxígeno.

Posiblemente las cucarachas, u otros insectos podrían sobrevivir?
Quien lo sabe, aunque es probable que estos seres también necesiten de los árboles para devorar sus hojas, poner sus huevos, huir del frio o el calor extremo, y sobre todo respirar.

Que otra alternativa buscarían para sobrevivir y ser los únicos seres vivos de una tierra marchita y desolada?.

Ante la ausencia de pájaros insectívoros, los insectos se propagarían por millones al menos de momento, acabarían con todo haciendo imposible otra clase de existencia.

Y así se siguen las especulaciones de los mal llamados expertos que nos están poniendo ya los pelos de punta.
El miedo se extiende todo comienza a ser caótico, cada cual trata de atrincherarse en sus casas, velar por sus vidas, procurarse lo estrictamente necesario y poco más.

Las muertes por aplastamiento se cuentan ya por millares. 
Al principio socorrían a los heridos, recogían a los muertos bajo las ramas, ya no se da a basto y nadie se atreve a internarse en una zona boscosa.
Los cadáveres de animales y humanos  se pudren bajo las ramas y el olor es irresistible.

Igual que minas diseminadas por la tierra, que explotan cuando se las pisa, los árboles caen sin avisar aplastando todo aquello que les rodea.

Algunos huyen a terreno abierto, despejado, desértico incluso, pero los alimentos van escaseando,las carreteras están impracticables con miles, millones de arboles caídos que impiden es paso por ellas.

Solo circularcampo a través es posible, los suministros escasos para mantener las poblaciones pobremente abastecidas, y ya nadie piensa en otra cosa mas que sobrevivir ante lo desconocido y esperar, esperar que todo pase.

Han acabado las contiendas pues quien se preocupa de hacer una guerra cuando todo parece que se destruye.

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Todo esto es una mera especulación ante algo que está sucediendo en mi ciudad.
Decenas de ramas han caído este verano, han muerto dos o tres personas, arboles que se derrumban de repente sin saber el motivo y el ayuntamiento que promete revisar los cientos de miles de árboles que crecen en Madrid.

Alguien puede creer que esta revisión puede hacerse?.
Yo lo dudo, y pienso que debemos cuidar mucho mas nuestro entorno u otras generaciones vivirán situaciones imposibles de concebir.

Duerman bien, sin pesadillas, y miren hacia arriba cuando paseen bajo los árboles.



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